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Actividad 2.1. Entrevista a un docente innovador. Reflexiones.

Alumno: Diego Álvarez. M14.

 

Son muchas las dificultades con las que se encuentra la filosofía de la innovación pedagógica en los institutos públicos de la Comunidad de Madrid. El mero hecho de que muchos de ellos sean edificaciones viejas y grisáceas ya influye en el estado anímico de estudiantes y docentes. El tamaño reducido de las aulas y la masificación del alumnado impide físicamente cambios estructurales que potencien la participación de los estudiantes y dinámicas más motivadoras.

Muchos de los profesores no tienen vocación por su trabajo (o la han perdido a lo largo de los años) y su interés por la innovación es nula. Entran en sus clases y sueltan un rollo a unos alumnos aburridos a los que solo les preocupa que no les pille mientras utilizan sus móviles. La metodología didáctica vigente continúa desfasada. Como dice María Acaso en su libro rEDUvolution, la educación actual es “bulímica”, el estudiante se atiborra de datos antes del examen, los vomita y los olvida al momento. Parece que lo importante no es aprender, que el objetivo del alumno es solo la obtención de un título o certificado. Además, tienen muchas asignaturas y un currículo muy ambicioso al que enfrentarse. Es verdad eso de “no tengo tiempo de aprender porque tengo que estudiar. También el cansancio y el exceso de trabajo del profesor es un factor negativo. Nolan y Meister presentan el factor “orgullo de trabajo, preocupación y propósitos morales” para motivar a los docentes, pero también se habla del síndrome del “profesor quemado”, que piensa que nunca podrá hacer lo suficiente. Rudduk, por su parte, habla de más dificultades a la hora de incorporar innovaciones, destaca “tenaz conservadurismo de las instituciones”. La profesora que he entrevistado critica el que muchos profesores no quieran salir de su zona de confort, que no quieran ningún tipo de cambio que les pueda complicar su comodidad. También reclama que el equipo directivo fomente cursos de innovación para los docentes. Parece que es real la frase de Joaquín Paredes: “La escuela es posible que mejores si es capaz de aprender se sí misma, pero no aprende”. Año tras año se evalúan las programaciones y se siguen cometiendo los mismos errores. No se toman las medidas acertadas y necesarias para evitar el fracaso escolar. No se hace nada para motivar al alumno.

El docente innovador tiene que luchar contra todo este clima adverso e idear qué hacer para motivar a sus estudiantes. Dentro de sus posibilidades, cualquier intento de mejora educativa es muy de agradecer. La docente entrevistada imparte clases totalmente participativas. Intenta que su alumnado deduzca y se interese en comprender el porqué de las cosas. Hace juegos motivadores y crea momentos agradables para potenciar el aprendizaje. Después de los exámenes trae galletas u otros incentivos. Se hace querer y quiere a sus alumnos.

Fecha publicación: 29.11.2014

Se respeta la licencia original del recurso.

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