Película: Blancanieves. Dirección: Pablo Berger. Países: España y Francia. Año: 2012. Duración: 90 min. Género: Drama. Interpretación: Maribel Verdú (Encarna, la madrastra), Daniel Giménez Cacho (Antonio, el padre), Pere Ponce (Genaro, el chófer), Ángela Molina (doña Concha), José Maria Pou (don Carlos), Inma Cuesta (Carmen de Triana), Macarena García (Carmen / Blancanieves), Sofía Oria (Carmencita), Ramón Barea (don Martín). Guion: Pablo Berger; inspirado en el cuento de los hermanos Grimm. Producción: Pablo Berger, Ibon Cormenzana y Jérôme Vidal. Música: Alfonso de Vilallonga. Fotografía en B/N: Kiko de la Rica. Montaje: Fernando Franco. Diseño de producción: Alain Bainée. Vestuario: Paco Delgado. Distribuidora: Wanda Visión. Estreno en España: 28 Septiembre 2012.

A Pablo Berger, director de director de Blancaniees, según he escuchado en alguna entrevista que le han hecho, sacar adelante este proyecto ha sido como un travesía en el desierto. Hace años Berger ya demostró su saber hacer, con Torremolinos 73, una singular película que no obtuvo el reconocimiento que se merecía. Luego decidió llevar a cabo un proyecto todavía más singular, una película que sería en blanco y negra y muda. De esto hace casi una década. Mientras Berger trabajaba en su película, se estrenó The Arstist, película francesa muda y en blanco y negro. En 2012 se estrenan Blancanieves Mirror Mirror y Blancanieves y La Leyenda del cazador. Cuando Berger estrena su película, después de su magnífica acogida en San Sebastián, el espectador al ver el título de la película dice:

¿Otra película de Blancanieves?

¿Otra película en blanco y negro y muda, como The Artist?.

Todo esta introducción para señalar que a Pablo Berger, le crecieron los enanos (en sentido metafórico), y que lograr estrenar esta película fue un vía crucis en toda regla.

Finalmente la película se estrena. En Logroño tardó casi un mes en llegar. La vi en los Cines Moderno, a las 16,45 h, un domingo, en un sala, donde nos juntamos siete personas de los cuales uno se pasó la película durmiendo, o ya lo estaba al comenzar, esto no lo puede asegurar.

La película es maravillosa. Afrontar una película muda cuando en el cine los personajes a menudo despliegan una verborrea irrefrenable, supone relajarse, calmarse, dejar volar la imaginación, agudizar los sentidos, degustar la delicidosa banda sonora, la extraordinaria interpretación desplegada por los actores y actrices que se nos muesran (Verdú, Molina, Pou, Cacho, Macarena García etc)

Es tal el ritmo trepidante de la película, lo subyugante de la puesta en escena, que sin darte cuenta te encuentras al final de la película, reconfortado contigo mismo, ante una obra de arte tan bella y sensible, que rezuma cine por todos sus poros.

Blancanieves representará a España en los Oscar. Pase lo que pase, Blancanieves es la apuesta más original y bella que he tenido la suerte de degustar en la gran pantalla.