Los niños quieren aprender a leer es uno de los cuentos breves de  Mª Jesús Jiménez Linares.

"Érase una vez un País donde vivían sólo niños y niñas de tres años. Se llamaban Julia, Paula, Lucía, Antonio, Eva, Pilar, Elisa, Juan Carlos, Juan, Álvaro, Mario, y tantos y tantos nombres que ahora no consigo recordarlos todos. Cuando cumplían cuatro años se iban al País de los cuatro años. Todos eran felices, jugaban, saltaban, comían…pero….tenían un grave problema NO SABÍAN LEER. Iban a la carnicería y no sabían que se vendía. Iban a la pescadería y desconocían si había merluza o bacalao. Si se ponían malos tenían que desplazarse al País de los mayores donde había médicos, y no podían leer las medicinas que les mandaban.

Paula incluso enfermó porque tomó un líquido de la limpieza creyendo que era una bebida de niños. DEBÍAN ENCONTRAR UNA SOLUCIÓN, ningún niño del País sabía leer. Decidieron reunirse en asamblea para tomar una decisión, y entonces Paula habló: debemos buscar a alguien que sepa leer y nos enseñe a todos.

¿ Dónde podrían localizar a la persona adecuada? Lucía una niña muy simpática que se encargaba de cuidar a los animales del País, respondió con una voz débil: yo…sé…quien podría ayudarnos. Se levantó un murmullo entre todos los asistentes, imaginaros lo que es un murmullo entre niños de tres años, más que un murmullo es un grito. Yo conozco a una niña que vive en el bosque.

Tiene nueve años y se llama Mª Jesús. Ella lee muy bien, a veces, voy con los animales de paseo, y le visitamos. En su cabaña tiene unos libros preciosos y me cuenta cuentos maravillosos. Ella nos puede ayudar. En la asamblea todos aceptaron por unanimidad la propuesta de Lucia. Ella buscaría a Mª Jesús para que les enseñara a leer a todos. Lo que desconocían los habitantes del País de los 3 años es que un espía del País vecino ( de los 4 años) con el mismo problema se había infiltrado para oír como lo solucionaban. Se llamaba Luis. Raudo y veloz, montó en un poni blanco y corrió hasta la cabaña donde vivía Mª Jesús. Llamó a la puerta. Abrió una niña de piel blanquita, pelo oscuro y grandes ojos negros. - ¿ Qué quieres? Preguntó sorprendida. - Que me acompañes al País de los niños de 4 años y nos enseñes a leer.

Respondió.

- La idea me encanta, espera que recoja mis cosas y me iré.

Desde pequeña Mª Jesús leía sin parar . Adoraba la lectura de todas clases: aventuras, ciencias...y quería que todo el mundo descubriera el maravilloso mundo que se encontraba tras las letras de un libro. De repente apareció Lucia.

-¡ Hola Lucia! ¿ Has venido a que te lea un cuento? No va a poder ser porque me voy.

- No. He venido a que vengas conmigo al País de los niños de 3 años para que nos enseñes a leer.

- No insistas, vendrá conmigo al País de los niños de 4 años, y nos enseñará a leer a nosotros. Mª Jesús estaba desconcertada ¿ Qué haría?

- ¿ Por qué quieren aprender a leer los niños de 4 años? Preguntó Mª Jesús.

- Para no hacernos daño. Respondió Luis.

- ¿ Y los de 3 años? Preguntó a Lucia.

- Para que no peligre nuestra salud, y además para que nuestra imaginación se enriquezca con aventuras y lugares que no habríamos pensado. El mundo real y el que podemos mejorar se encuentran detrás de un libro. Esta respuesta conmovió a Mª Jesús. Luis entendió que se iría con Lucia, y de sus ojitos claros resbalaron unas lagrimitas.

- Es cierto lo que dices Lucía, pero más cierto es que todo niño que quiera aprender a leer tiene que tener la oportunidad de hacerlo. Si unificáis vuestros países os prometo que os ayudaré. Luis montó en su poni blanco, y le pidió a Lucía que le acompañase para que no volviera sola andando.

Ella así lo hizo. Cuando llegaron a sus respectivos países expusieron la situación. Lejos de peleas o enfrentamientos, todos entendieron que lo importante era aprender a leer y no ser un País u otro. Decidieron que unificarían sus fronteras y que a partir de ese momento sería el País de los niños que lo querían aprender todo.

Volvieron con el mensaje para Mª Jesús, y la llevaron con ellos.

Mª Jesús enseñó a leer a algunos niños, estos a otros, hasta que todos sabían leer, y tan contentos estaban que finalmente lo llamaron el País de los libros"

Mª Jesús Jiménez Linares profesora de la Universidad de Granada