1. ¿A qué barreras crees que se enfrenta el docente a la hora de iniciar un proceso de innovación?

La obsesión por cuantificar el éxito en resultados académicos, fundamentados en pruebas que premian el aprendizaje memorístico. También existe una falta de motivación creciente en gran parte del alumnado, especialmente aquellos que no tienen claro cuál su vocación o meta profesional. Está implantada una fuerte sistematización de los procesos de aprendizaje, lo que impide probar nuevas herramientas (innovar, cambiando desde dentro del sistema). También es posible que se produzca disfunción y falta de entendimiento entre lo que pretende el docente y el entorno social/familiar del alumno: Pueden no compartir las mismas prioridades en el terreno del aprendizaje. Aun así, la apertura al contraste es necesaria para un ambiente de colaboración en el proceso.

2. ¿Qué barreras crees que puedes encontrar a la hora de innovar en un centro educativo?

Que hay que cumplir ciertos baremos y standards de calidad, basados en un registro limitado acerca de las aptitudes del individuo. Por otro lado, es dificil innovar en base a un contenido curricular fijo (casi monolítico), fijado por instituciones regionales o nacionales. También en un centro puede existir disparidad de enfoques entre los docentes, lo que impide innovar con un objetivo definido. Es necesario convencer al centro a través de la implementación del modelo heurístico: La innovación como solución a los problemas. Normalmente, el principal inconveniente es alcanzar la fase de institucionalización en el proceso innovativo, ya que la transformación debe permanecer en la cultura del centro.

3. ¿Qué quiere decir, según lo que se plantea en el vídeo, que “nuestros sistemas educativos son anacrónicos”?

Que el sistema educativo no se ha adaptado a los nuevos métodos de aprendizaje que poseen los alumnos: Por ejemplo, buscan la información en Internet por su cuenta y no esperan a recibirla en clase (ya la conocen, pero les falta el marco interpretativo). Muchos reciben una gran formación por esa vía, luego la pueden llegar a compartir en el grupo: Del individuo al colectivo, no al contrario. El docente debe tener criterio, como guía, para que ese nuevo proceso de aprendizaje no resulte en una mala formación. Debe saber poner la información en el contexto necesario para su comprensión. Ahora tenemos retos formativos cada vez más complicados, en el que se implica un mayor número de actores. El aula ya no puede ser un universo aparte de lo que pasa a nuestro alrededor.

4. Una de las anacronías del sistema educativo tiene que ver con la división de conocimientos en materias ¿qué opinas tú al respecto?

Hay que cumplir un mínimo común denominador, pero no se puede pretender que alcancemos todo nuestro potencial si seguimos sin especializarnos, en el sentido de centrarnos y enfocarnos en lo que de verdad nos satisface y motiva. La duda es a partir de qué punto la división de conocimientos deja de funcionar…¿Cuándo pasa el alumno a considerar todo en su conjunto? ¿Cuándo es consciente de cuáles son sus motivaciones vitales? Esta división puede servir en los comienzos de la formación que se recibe, pero la creatividad personal se fomenta más en un entorno adaptado al talento individual de cada alumno (más tutorías personales, test psicopedagógicos…)

5. Se habla de nuevos retos para los profesores, ¿cuáles son esos retos?

Integrar la educación, entendida como formación, dentro de la sociedad de la información en la que vivimos. Una sociedad interconectada y en la que el flujo informativo abarca ya las 24 horas. Reducir la brecha entre las técnicas educativas clásicas y las contemporáneas (no poniendo puertas al campo), poniéndose al servicio de los cambios en el alumnado. En definitiva, readaptarse a un mundo cambiante y sin un rumbo definido. Crear un entorno abierto, de confianza, en el que se pueda aprender y trabajar. Incentivar, en general, la iniciativa y autonomía personal del alumno para su mejor desarrollo personal y académico.