Hola a todos.

Soy David, alumno del MUFP (Edición mayo, grupo M12).

Aquí os dejo mi entrevista y a continuación también voy a hacer una breve reflexión sobre lo que en ella se dice y todo lo que he aprendido gracias a Susana, la docente a quien he entrevistado.

Mis reflexiones:

En las últimas décadas, la sociedad española ha experimentado un importante avance en casi todas las areas sociales, económicas, políticas, etc. Sin embargo, por alguna extraña razón, que a veces resulta difícil de comprender, la educación no ha evolucionado de la misma forma, quedandose anclada en el pasado, sin modificar, al menos en lo fundamental, prácticamente ningún aspecto de la metodología que se había venido utilizando durante años y años.

Afortunadamente, gracias a la entrevista que he realizado a Susana de Dios, y a otras muchas aportadas por mis compañeros, podemos observar como esa situación parece estar cambiando. Podría decirse, que comenzamos a ver la luz al final del túnel, y comprobamos como no son  pocos los docentes que con valentia, esfuerzo y voluntad, van introduciendo poco a poco cambios en el sistema educativo.

Desde la puesta al día en el conocimiento y uso de nuevas tecnologías hasta pequeñas modificaciones en la metodología que día a día emplean en las aulas, estos docentes consiguen que sus clases sean más amenas y dinámicas, con el fin de alcanzar un único objetivo: que sus alumnos aprendan más y de una manera más provechosa.

Es cierto que son muchos los obstáculos con los que un docente se enfrenta a la hora de innovar. Pero no es menos cierto, que todos los que se lo proponen, parecen encontrar los medios para, de una u otra forma, introducir esas mejoras en sus aulas. Y, si bien es verdad que no siempre consiguen implantar todos los cambios que desearían, sí que logran, como mínimo, muchos pequeños cambios que, en conjunto, hacen que la educación que reciben los alumnos sea cada vez de mejor calidad.

La mejor prueba para demostrar que la innovación educativa resulta útil y necesaria, la encontramos en la respuesta de los propios alumnos, quienes, al parecer, agradecen estos cambios más que nadie. Además de estar más motivados, sus clases son menos monótonas y, por si esto fuera poco, todo ello les ayuda a obtener mayor rendimiento y la recompensa de mejores resultados académicos.

Sin duda, por todas estas razones, los docentes que desde ya hace algunos años se han lanzado a la aventura de la innovación, no dudan a la hora de aconsejar, no sólo a sus compañeros docentes, sino a todos los miembros de la comunidad educativa, a que sean valientes y se animen a introducir cambios con el fin de mejorar.

Si todos los valientes que se lanzan a acometer una nueva empresa deberían obtener a cambio el reconociento de todos, con más razón debería agradecerse a estos docentes su labor, pues ¿qué tarea pudiera existir más valiosa que la de educar a los futuros ciudadanos y profesionales de nuestra sociedad?