Después de haber leído toda la documentación y haber realizado la entrevista creo que a pesar de saber y entender que el docente sea el principal agente en la innovación, se delega demasiada responsabilidad en él. Es cierto que él debe participar en todo el proceso pero no hay que olvidar que el resto de agentes tienen un papel fundamental y son de gran ayuda para llevar a cabo el proceso de innovación.

En Educación Secundaria es donde se notan más estas carencias porque apenas se destinan recursos y cada vez hay más recortes. En cambio en la educación superior la inversión ha sido mucho mayor y las Universidades, sobre todo las privadas, han potenciado y posibilitado cambios en las enseñanzas y por tanto en los procesos educativos.

Hoy existen  alternativas a las enseñanzas tradicionales de hace no muchos años, plataformas digitales en los que tener un seguimiento regular de alumnos, clases por videoconferencias,  documentación digital disponible en cualquier momento  y lugar etc... Pero aún así estamos muy lejos de conseguir una enseñanza óptima y plural.

Los nuevos docentes deben, y en mi opinión, es su deber desarrollar la creatividad y aplicar técnicas de innovación a sus métodos  de enseñanza y no solo guiarse por aquellos más arcaicos. Solo porque se haya hecho de la misma forma durante muchos años, no quiere decir que sea la mejor manera de enseñar  y no se deba mejorar. Además tienen que tener en cuenta y asumir que van a surgir problemas durante el proceso de innovación, puede que no haya recursos humanos o económicos o que las leyes de educación estén en constante cambio, pero se debe perder ese miedo a ser diferente, a romper los cánones que rigen la sociedad actual.

Un factor que hay que tener en cuenta y que su ignorancia puede que lleve al fracaso todo el trabajo realizado en el proceso de innovación es darse cuenta del contexto social y cultural del centro y alumnos a los que va dirigido. No se puede pedir a los alumnos que usen por ejemplo tecnologías como móviles o tablets o libros electrónicos fuera de horario escolar en zonas en el que la población roce el nivel de pobreza. O por ejemplo intentar enseñar conceptos muy complejos con tecnología avanzada o recursos audiovisuales si por ejemplo estamos en un centro de educación especial o en centros de alto riesgo donde los alumnos no saben escribir. A donde quiero llegar con esto es que hay que ser cuidadosos y ser conscientes de la cultura de los centros educativos porque no todo sirve para todos.

Aunque cada vez le demos más importancia a la innovación todavía es necesario un cambio de mentalidad en cuanto al concepto de enseñanza y aprendizaje. El sistema actual basado en la certificación, en el que el alumno supera asignaturas mediante notas y no se tiene en cuenta nada más, es un sistema que no genera los mejores resultados y que a la larga no nos beneficia.  Realmente la mayoría de los alumnos no aprenden valores, no asimilan y relacionan conceptos... Únicamente se les fuerza a memorizar información y a escribirla en un papel en un examen sin animarles a pensar por sí mismos. Creo que la educación debería basarse más en la vivencia de experiencias que en estudios exclusivamente teóricos, y debería centrarse en potenciar las habilidades de cada uno en vez de la estandarización. El mejor camino para la educación es aquel que se basa en la filosofía de la educación inclusiva.